martes, junio 16

Priceless Freedom 2

-¿Puedo jugar?-masculló Katherine, con el tono agravado. Virgile la reconoció y sonrió alegre ante su presencia. Virgile era un niño bien parecido, con el cabello negro azabache cortito y despeinado. Sus vivaces ojos marrones se clavaron en los verdes de la princesa, que se alegró de ver que la acogía en silencio. Mas al resto de niños no les pareció bien la idea.
-¿Quién es este?-gritó uno, con los dientes mellados y la cara sucia del barro. Katherine arrugó la nariz con desagrado. La apariencia de los otros chicos no era mucho mejor. Salvo por Virgile y su hermano Evan, no salvaría a ninguno. Con casi sesenta años a sus espaldas, la jovencísima elfa había visto ir y venir a muchos niños, algunos más hermosos que otros, pero sospechaba que esos eran, con diferencia, los más feos que había conocido jamás. Uno de los niños, de unos diez años de edad, se sacudió el polvo y le tendió la mano mugrienta, mientras que con la otra sujetaba el balón.
-Myron-dijo, alegremente-Ellos son Elthan, Sven, Urian, Zander, Slade, Colin y mi primo, Matthew. Por lo visto ya conoces a Evan. Y como Virgile no quiere jugar con nosotros tu lo substituyes…
-Kaethe. ¿Qué posición ocupabas, Virgile?-murmuró, alegremente. Este le sonrió y le acarició la mejilla suavemente, a lo que el resto de amigos se sorprendió y comenzaron a murmurar.
-Delantero-dicho esto, el joven noble se separó del grupo y tomó asiento, dando así por comenzado el partido. Katherine no sabía muy bien como jugar, pero las horas muertas que se había pasado viéndolos jugar desde la ventana de su cuarto le valieron para más de lo esperado. En su equipo jugaban Myron, el pequeño Colin, Evan y Zander. Controlando el balón torpemente, Zander pasó el esférico a Colin, que tropezó con sus propios cordones y rompió a llorar. El resto de equipo lo ignoró, a sabiendas que Virgile lo cogería y se encargaría de su rasguño. Sven recuperó el balón, y chutó con ganas hacia la portería, donde un tembloroso Myron defendía solitario la meta. Estaba claro que no era el mejor portero del mundo, así que Katherine tuvo que intervenir tan bien como supo. Le arrebató el balón arrastrando su cuerpecillo contra el barro, esquivando con agresividad a sus rivales. Sonrió satisfecha. El balompié jamás le había parecido tan interesante. Había dejado atrás a Urian, Elthan, Slade y Sven, y solo tenía que batir a Matthew. El niño, que llevaba el pelo rojo recogido en una brillante coleta, esbozó una mueca burlona. No pudo evitar pensar que era la mejor sonrisa del mundo, hasta que usó esa boca tan curiosa y bonita para azuzarla a ella y a su ira.
-Chuta, nenaza-la amenazó el pelirrojo, con la mueca ensanchada. Katherine respondió a la provocación casi de inmediato. Su chute fue directo y conciso. Habría perforado la red si no fuera porque esta estaba hecha de hiedra elfa. Su equipo coreó el punto con hurras y clamores. La niña comenzó a reír. La gorra cayó y desveló su melena dorada cayendo elegante sobre el fango.
-Que chute más bueno, Kaethe-la felicitó Myron.
-Alucinante-añadió Evan-No sabía que fueras tan buena.
-¿¡BUENA!?-gritó desde la otra punta Matthew-Es… ¿Una chica?
-¿Te molesta?-gruñó Katherine, molesta. Retiraba cualquier pensamiento agradable que podía haber tenido acerca del pelirrojo. Ese niño era idiota y no tenía otra vuelta.
-He perdido contra una mocosa de la nobleza-dramatizó este, pateando el fango con rabia.
-Bien-Katherine lanzó el gorro y el chaleco a los brazos de uno de los criados, que miró mal al niño-Gracias por los pantalones, Vir-sin pudor alguno, se desembarazó de ellos, ya que se habían roto con el roce, y se los tendió a su amigo. Lucía unas braguitas bombachas negras. Ninguno de los presentes habían visto unas antes, y más de uno tuvo que apartar la mirada, avergonzado.
-¡Princesa!-dijo un ruborizado Virgile, aún sosteniendo los rotos pantalones-No podéis ir así por la vida-la sermoneó.
-Empiezas a sonar como la vieja Labelle, Vir.
-Pe-pero…
-¿Queréis venir a mi cuarto?-ofreció la princesa, sonriendo. Los niños asintieron rápidamente. ¿Qué clase de maravillas escondería la habitación de una princesa elfa?

1 comentario:

  1. Qué monos todos averganzaditos xDDD x ciertoo ya me gusta más Kath xD su primera impresión supongo que fue errónea

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